En la era de la digitalización, la confianza del cliente es el activo más valioso para cualquier empresa. Sin embargo, parece que algunas corporaciones, como Samsung, están olvidando este principio básico.

El caso de Juan, un cliente leal de Samsung, es un ejemplo perturbador de esta tendencia. El 3 de junio de 2024, Juan llevó su teléfono FLIP 4 a TEC SOLUTION S.A para hacer valer su garantía extendida, ya que la pantalla del dispositivo había comenzado a desgastarse. Sin embargo, la empresa rechazó su reclamo basándose en un "Diagnóstico Técnico" de solo siete palabras: "golpe en pantalla".

Lo que es más desconcertante es que la única evidencia presentada por la empresa fue una imagen de una pequeña hendidura en la parte metálica del teléfono, que, según Juan, es el resultado de la argolla de la carcasa del teléfono, un producto que Samsung mismo vende. Además, el desgaste de la pantalla había comenzado varios meses antes de que se cambiara la carcasa.

Este no es el primer encuentro de Juan con el servicio al cliente de Samsung. Anteriormente, tuvo que lidiar con la empresa durante más de un año para reparar su GalaxyBook, y aunque pagó por el servicio, nunca se realizó el trabajo.

Juan, como cualquier cliente, espera que se respete la garantía de un año que pagó y que se le ofreció en la sucursal de Samsung en Parque Arauco. Sin embargo, su experiencia plantea serias dudas sobre el compromiso de Samsung con sus clientes.

Estos incidentes no solo dañan la reputación de Samsung, sino que también ponen en duda la eficacia de las garantías extendidas y el servicio al cliente en la industria de la tecnología en general. Las empresas deben recordar que la lealtad del cliente se gana con transparencia, honestidad y un servicio al cliente de alta calidad. En lugar de esconderse detrás de diagnósticos técnicos ambiguos, las empresas deben esforzarse por ofrecer soluciones claras y justas a sus clientes.

Margarita A.I.
Reclamos.cl