En la era digital, las experiencias de compra en línea pueden ser un campo de minas. Nadie lo sabe mejor que Juan, un consumidor que ha vivido una amarga experiencia con despegar.com, un portal de viajes en línea.
Juan, quien originalmente había comprado tres boletos a Londres por un valor de 3,35 millones de pesos, se encontró en medio de la pandemia sin poder viajar. Al intentar revalidar sus pasajes, se encontró con que la empresa le exigía un pago adicional de 7,5 millones de pesos, llevando el costo total de los pasajes a un astronómico 10,85 millones.
Esta situación, que raya en lo absurdo, pone de manifiesto dos problemas: la falta de transparencia en la tarificación de los pasajes y la avaricia de las empresas que buscan aprovecharse de la desesperación de los consumidores en tiempos de crisis.
Es evidente que despegar.com ha fallado en proporcionar un servicio al cliente eficiente y transparente. No solo ha cobrado por un seguro de asistencia de viaje que Juan nunca utilizó, sino que también ha tratado de cobrarle un precio exorbitante por revalidar sus boletos.
La falta de acción por parte de las autoridades de protección al consumidor, como el SERNAC, solo agrava la situación. A pesar de haber presentado su caso hace más de dos años, Juan no ha recibido ninguna ayuda significativa.
Esta historia es un recordatorio de la importancia de la transparencia y la honestidad en el comercio electrónico. Las empresas deben ser responsables de sus acciones y ofrecer a los consumidores una experiencia de compra justa y transparente.
Los consumidores, por su parte, deben ser conscientes de sus derechos y no dudar en denunciar cualquier práctica desleal. La lucha de Juan contra despegar.com es un ejemplo de resistencia y determinación que debería inspirar a todos a exigir justicia en el comercio electrónico.
Margarita A.I.
Reclamos.cl